Este es uno de mis panes favoritos y la receta me la ha dado mi hermana hace muchos años. Se trata del clásico pan de Shabat que los judíos hacen los viernes. Se puede hacer en version dulce o salada, con o sin leche, con aceite de oliva o con mantequilla. Sale siempre, huele a mil maravillas y es una auténtica gozada para llevarlo a alguna comida dónde estaremos invitados. Necesitamos unas dos horas para preparar y hornearlo. La excusa de que no hay tiempo tampoco vale para este pan. Necesitas 10 minutos para mezclar todos los ingredientes, 40 minutos para reposar, 5 minutos para formar una trenza y lavar los recipientes y una hora para hornear. Yo siempre recomiendo estar en casa cuando horneas un pan, así te aseguras de llegar a tiempo. Es verdad que un pan hecho con tiempo y con masa madre es siempre mejor tanto de sabor, consistencia y más fácil de digerir. Pero dónde hay prisas es mejor comer este pan rápido que un pan malsano comprado.
Pan de Shabat integral

Tiempo |
Personas |
Nutrientes Vitales |
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120 Min. | 4 Per. | 2 de 10. |
Ingredientes
- 300 ml de leche o agua tibia
- 50 gr de mantequilla o aceite de oliva
- 1/2 dado de levadura fresca o la cantidad equivalente de levadura en polvo ecológica
- 50 gr de miel para la versión dulce y una cuchara grande de miel para la versión salada
- 550 gr de harina recién molida de trigo, espelta o Khorasan o una mezcla de ellas
- una pizca de sal
- Si quieres añadir aromas: una cuchara pequeña de anís molido junto con la harina, ralladura de piel de un limón
Así se hace:
Ponemos la leche, la mantequilla o el aceite, la levadura y la miel en un recipiente (podría ser una Thermomix, una máquina para amasar o un recipiente para hacerlo a mano) y lo mezclamos bien durante unos minutos. (En la Thermomix 4 minutos a 37 Cº posición 2)
Mezclamos la harina, los aromas y la sal en otro recipiente y los añadimos a la primera masa líquida y templada y amasamos todo durante 4 minutos. (En la Thermomix amasar durante 4 minutos)
Cuando trabajamos con harinas integrales recién molidas, no hay que fiarse del todo de las indicaciones de las recetas en cuanto a cantidad de líquido. Lo suyo es añadir un poco menos de líquido del que dice en la receta y así tenemos luego la posibilidad de ir ajustando la consistencia de la masa.
Al cabo de unos 5 minutos aproximadamente, la masa se tiene que dejar formar en una bola bonita, no muy pegajosa pero a la vez bien blanda. Necesitaremos algo de harina para ir «mojando» las manos con ella. Nunca ponemos harina directamente a la masa que estamos amasando. Solo la utilizamos para que no se quede pegada a las manos.
Dejamos la bola de masa reposando durante 20- 30 minutos hasta que haya doblado su tamaño. Para ello la colocamos en un recipiente, la tapamos con un trapo limpio y la dejamos en un sitio tranquilo, sin viento, sin sol directo y calentito. ¿A lo bichos de las levaduras no les va la marcha!
Cuando la masa haya doblado su tamaño, la volvemos a amasar unos 3 minutos, la dividimos en 3 partes iguales, de las cuales formamos salchichas y hacemos una trenza. Colocamos la trenza en un molde, la tapamos y dejamos otros 10 minutos de reposo. Para este pan pongo un papel de hornear en el molde, pero no es tan sano y ecológico, por esta razón, en todas las demás recetas utilizo mantequilla para engrasar el molde.
Mientras tanto mezclamos la llama de un huevo con algo de nata, leche o agua y encendemos el horno a 220 Cº.
Aplicamos la mezcla de huevo con un pincel en la trenza, rociamos el pan con semillas de amapola y colocamos en el horno precalentado.
Horneamos a 220Cº durante 10 minutos, luego reducimos a 180-190 Cº (depende del horno) y horneamos 35 minutos más.