SIN EL PAN U OTROS PRODUCTOS DE GRANO INTEGRAL, EL ORGANISMO NO OBTIENE SUFICIENTE VITAMINA B1.

LA ELIMINACIÓN DEL GERMEN DEL GRANO ES UN ERROR MUY GRAVE. 

El germen y las capas superficiales del grano de un cereal cualquiera contienen importantes sustancias vitales que son imprescindibles para la conservación de la salud.  Esto no se sabía cuando a principios del siglo pasado, por razones prácticas de almacenamiento y comercialización se inventó el método de retirar estas partes del cereal. Ahora ya se sabe que el germen contiene más vitamina B1 en un espacio tan reducido que ningún otro alimento. Es decir, que el germen del cereal es la sustancia que más vitamina B1 aporta al ser humano.

Hoy se sabe, que necesitamos hasta 5 mg por día de B1, y la media de las personas, con la alimentación convencional, no llega apenas al 0.8 mg. Esto significa que los habitantes de los países civilizados sufren una carencia constante de vitamina B1.

Necesitamos esta vitamina para el correcto funcionamiento del metabolismo. Cuando hablamos de metabolismo, nos referimos a la digestión de lo que comemos. La vitamina B1 es como una llave que necesitamos para abrir las largas cadenas de hidratos de carbono en partes que nos sirven de energía. Es decir, cuanto más hidratos de carbono ingerimos, más vitamina B1 necesitamos.

Los hidratos de carbono y azúcares son cadenas largas de varios azúcares (glucosa y fructosa) llamadas polisacharidos y para aprovecharlos en nuestro organismo los tenemos que transformar en cadenas más cortas, llamadas monosacharidos y finalmente otra vez en glucosa y fructosa.

LA NATURALEZA ES MUY SABIA

La naturaleza es muy sabia, y por ello ha dotado a los alimentos que contienen muchos hidratos de carbono con muchas llaves para poder abrirlos, es decir, con mucha vitamina B1, entre otras.

Al consumir durante muchos años una cantidad grande de pan, pasta, pizza, dulces, almidón, etc. elaborados  de harinas refinadas (sin el germen y las capas superficiales) y azúcares (son igualmente hidratos de carbono), a nuestro organismo no le queda otra que robar esa B1 de nuestro esqueleto, dónde deberíamos tener un almacén para poner la B1 a disposición del sistema nervioso cuando le haga falta.

El sistema nervioso no puede funcionar sin vitamina B1. Y conforme van pasando los años, no hacemos bien ni la digestión de los hidratos de carbono ni le dejamos trabajar bien a nuestro sistema nervioso.

Pero esto no se queda aquí: al eliminar el germen y las capas superficiales además nos privamos de una cantidad increíble de otras sustancias vitales:

B2, B6, ácido patogénico, nicotinamida, ácido fólico, biotina, vitaminas E y K, insista, minerales tan importantes como fosfatos, potasio, calcio y magnesio; oligoelementos como el ácido silícico, hierro, manganeso, cobre, boro, aluminio, selenio, molibdeno, níquel, Arsenio, flúor, yodo, cobalto, cromo, plomo, estaño, titanio y plata. Estos últimos suenan un poco mal, pero la realidad es que todos ellos son indispensables para el buen funcionamiento del organismo y sólo en los alimentos naturales enteros la naturaleza nos regala estas sustancias en la correlación perfecta.

Los procesamiento industrial químico y mecánico, supone un grave peligro para la salud, puesto que rompemos el orden natural de las sustancias con la que la naturaleza ha dotado a cada alimento.  En un alimento desnaturalizado por los procesos de cocción y conservación, etc. faltan los nutrientes que necesitamos, y por ello es un alimento malsano que deberíamos evitar al máximo.

EN UNA DIETA EQUILIBRADA Y SALUDABLE NO DEBE DE FALTAR EL CEREAL ENTERO.

Hay una diferencia enorme entre comer cereales enteros a comer cereales procesados. Con cereales enteros me refiero a cualquier cereal que compramos en forma de grano entero y que previamente de comerlo, lo molemos o lo trituramos con un molino de harina eléctrico o manual, un molino de café o un molino para hacer copos.

Cereales no tan sanos
Cereales que no son sanos

Si en la caja pone cereal entero, y lo que hay dentro es otra cosa que un cereal entero, entonces lo que nos venden es un cereal procesado que no es bueno para nuestra salud. Lo mismo pasa con el pan. Un pan es integral y sano, cuando se ha hecho con una harina molida justo antes de hacer el pan, y moliendo el grano entero.

CADA DÍA EN NUESTRO PLATO

Si ponemos en nuestro plato cada día verduras y fruta fresca además de cereales enteros en forma de pan, papilla y cereales cocinados, estaremos mucho más cerca del lado de la salud.

  1. Pan integral de cereal entero
  2. 3 cucharas de cereal recién molido crudo y puesto en remojo en agua de 5 a 12 horas
  3. Cereales enteros cocidos (quinoa, arroz integral, trigo sarraceno, cebada, mijo, etc.)